Objetivo del día: Transmitir la Palabra de Dios diariamente en el hogar como un hábito transformador, inculcándola de manera continua para que se convierta en el fundamento espiritual que une y dirige a la familia hacia una vida de obediencia y bendición divina.

Objetivo del día: Entender la unión familiar como un compromiso sagrado ante Dios, donde los lazos se fortalecen a través de la fidelidad mutua y el apoyo inquebrantable, promoviendo un sentido de pertenencia compartida que trascienda las diferencias individuales.

Objetivo del día: Reconocer la familia como una creación divina y bendecida para multiplicarse en amor, entendiendo que Dios ha diseñado cada hogar como un reflejo de Su gloria eterna, donde cada miembro contribuye al crecimiento mutuo y al testimonio de Su bondad en el mundo.